El Termalismo Social se configura en España como un servicio complementario a las prestaciones del Sistema de la Seguridad Social que tiene por objeto facilitar la asistencia, que en los balnearios se presta, a las personas mayores que la precisen.
El Estado a través del Programa de Termalismo Social proporciona a los pensionistas que, por prescripción facultativa precisen los tratamientos que se prestan en los balnearios y que reúnan determinados requisitos, el acceso, a precios reducidos, a estos establecimientos.
El Programa está organizado y financiado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), quien anualmente concierta con establecimientos termales la reserva de plazas en balnearios para la estancia y tratamiento de los usuarios del Programa.
El
termalismo social, más conocido entre nuestros mayores como “los
baños”, es una iniciativa del IMSERSO para facilitar el acceso
a tratamientos de balneoterapia a todos aquellos pensionistas, por
jubilación o imbalidez, que hayan cumplido los 60 años.
Los
pacientes que más solicitan éste servicio son aquellos que sufren
artrosis, efermedades reumáticas, afecciones respiratorias, vasculares,
digestivas, renales etc. que pueden beneficiarse de éste tipo de
tratamientos además de disfrutar de un entorno propicio para mejorar las
relaciones sociales con personas de su edad y circunstancias.
La inmersión
en las aguas termales facilita la movilidad articular, la función
corporal normal, y contrarresta la sobrecarga muscular consiguiendo una
mayor libertad y amplitud de movimiento, evitando así lesiones futuras,
sobre todo en aquellas personas propensas a este tipo de dolencias.