La patología reumatológica se encuentra entre las más frecuentes en la población general. Diversos estudios indican que entre el 15% y el 20% de la población mayor de 20 años ha sufrido, o sufre, alguna dolencia reumática, siendo la prevalencia mayor en la tercera edad.
Los balnearios aplican aguas mineromedicinales, generalmente termales, para el tratamiento de reuma y artrosis. Con ello consiguen mejorar el dolor y relajar la musculatura contracturada. Así, el tratamiento con agua sulfurada ejerce acciones beneficiosas, siendo una terapia complementaria y muy eficaz al tratamiento farmacológico ordinario.
Normalmente los costes derivados de este tipo de patologías son muy elevados en lo que atañe a los gastos de asistencia médico-farmaceútica, invalideces, etc. En este sentido, el programa de Termalismo Social del Imserso, que está destinado a mayores de 60 años o pensionistas, ofrece la posibilidad de recibir tratamientos en balnearios para enfermedades como la artrosis o el reuma.